jueves, 13 de marzo de 2014

Ven


Ven, cariño, siéntate a mi lado y háblame del amor, ven,
hablemos de la desolación que queda
cuando no estamos frente a frente, ven, hablemos del amor,
dime qué flores debo amputar para atravesar
este páramo de lucidez, de soledad, ven,
píntame el amor, cariño, con su color ciego,
con su licor que ciega el sentido, háblame del amor,
de su aroma a polvo y piedra, del deseo y del desengaño,
cantémosle al amor, mi cielo, pongámosle letra a la traición
y melodía al desamor, distancia,
háblame del pánico al miedo y del horror al horror
de enterrarme vivo en tu recuerdo, ven, querida,
dime qué queda cuando el vino y la vida quedan sin consumir
sobre el mantel de la mesa del tiempo,
pero ven, no dejes de tentarme con tu discurso sobre el amor, corazón mío,
sigue hablándome del amor, del beso interrumpido en la boca,
del latido apenas nacido y ahogado en la copa húmeda de tus ingles,
no te detengas, amor, háblame de tu ausencia
y de este viento antiguo que destapa presencias imposibles,
aquí, en el jardín donde se congregan todos los fantasmas que fueron,
sí, aquellos que derramaban su luz en mi sangre
y su sombra en el agua fresca de tus labios...
Ven, cariño, háblame una vez más del amor,
que hay un poeta que escribe con brea y fuego para la eternidad
y la noche pone su huella lunar en mi verso.
Ven, háblame del amor, amor, antes de que esta hora
borre gota a gota tu nombre y los ojos en donde escribí el mío.
Ven, háblame del amor....

(La foto que acompaña al poema es de Ben Goossens)

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